Se habla mucho de la compatibilidad en el terreno del amor, sin embargo, no se presta la misma atención a este punto en el contexto de la amistad cuando también puede ocurrir que dos amigos no conecten por mucho que se esfuercen.
En muchos casos, la incompatibilidad no surge tanto de la diferencia de caracteres como de las expectativas distintas que uno deposita en el otro. Existe una situación frecuente y es la de aquella persona que cuenta muchas cosas de sí misma, confía en el otro multitud de detalles, sin embargo, el otro se muestra más reservado y prefiere no hablar tanto de sí mismo.
La amistad es libre
Algunas personas viven la amistad desde la perspectiva de “yo te cuento de mí y tú tienes que contarme de ti”. La realidad es que la amistad no funciona así. La amistad surge libremente y cada uno se muestra tal y como es. Si aprendemos a intentar valorar lo positivo que nos aporta cada relación, seremos más felices y tendremos más lazos a lo largo de la vida. No todos los lazos serán de máxima amistad profunda, sin embargo, sí serán valiosos.
Los signos de incompatibilidad en la amistad surgen de la falta de inquietudes en común. Por ejemplo, te resultará muy aburrido quedar con un amigo cuyos temas de conversación no te interesan nada y te aburres de verdad en esa dinámica. Además, cuando esto pasa tampoco fluye la conversación por los cauces esperados.
La amistad resulta incompatible cuando uno de los dos o ambos juzga negativamente al otro en lugar de aceptar la diferencia como un valor constructivo en cualquier relación. Una amistad incompatible es aquella en la que surgen muchas insatisfacciones aunque sea silenciadas y pocos motivos de gratitud. De este modo, llega un momento en el que te molesta prácticamente todo del otro y te va apeteciendo quedar cada vez con menos frecuencia.
Falta de química y conexión
Tener amigos incompatibles es algo totalmente natural. Y gracias a este tipo de relaciones también podemos sentirnos más preparados para apreciar las bondades de una amistad profunda y verdadera. En otras ocasiones, también puede ocurrir que literalmente, una persona te cae mal, no existe ningún tipo de sintonía emocional. En ese caso, te resultará totalmente imposible ser su amiga.
No podemos caer bien a todo el mundo, ni podemos aspirar a sentir afinidad con todos. Esto también aporta valor a la amistad verdadera que se convierte en un tesoro existencial.
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