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Utilizar la indiferencia como técnica de seducción

La indiferencia en el juego de la seducción puede ser un arma de doble filo. Sin embargo, la mayoría de las personas piensan que esta es la mejor fórmula para seducir a un chico. ¿Cómo lograr aplicar la indiferencia en su justa medida para atraer la atención de otra persona? ¿Cómo ligar?

Sin duda, en ocasiones, menos es más, es decir, unas dosis de desinterés, pueden acercarte todavía más a tu objeto de deseo. ¿Cómo conquistar al chico de tus sueños?

Tres pasos para seducir con tu indiferencia

1. En primer lugar, ten en cuenta el modo de ser de ese chico: si es alguien muy tímido, entonces, no le hagas sufrir de más con tu indiferencia porque directamente pensará que no tienes interés en él.

Para una persona tímida, la indiferencia se convierte en un muro y en una barrera difícil de salvar. En cambio, la indiferencia sí es una buena estrategia para atraer la atención de una persona atractiva que liga con facilidad. Recuerda que un objetivo difícil, siempre causa mayor deseo.

2. Evita la indiferencia absoluta. Juega a tener una cercanía mínima pero no cierres del todo la puerta. Presta más atención a otras personas que al chico que te gusta. Tú eres tu mejor campaña de marketing: por tanto, cuida tu lenguaje corporal. Sonríe y cuida tu imagen física.

3. La indiferencia como técnica de seducción tiene como objetivo pasar de menos a más en la atención que prestas a esa persona que te gusta. De esta forma, gracias a este progreso gradual, cada pequeño gesto también se valora más. Si lo das todo en un primer momento, ser muy evidente puede volverse en tu contra. El misterio es un plus muy valorado para ligar.

Cuándo no utilizar la indiferencia

No utilices la indiferencia cuando son muy pocas las ocasiones en las que puedes ver a ese chico que te gusta. En ese caso, juega mejor tus cartas y aprovecha esos encuentros para ir tomando algo más de confianza.

Tampoco pierdas el tiempo en jugar a la indiferencia cuando sientes un flechazo con alguien a quien no sabes si volverás a ver. Por ejemplo, puede que hayas conocido a una persona interesante en una fiesta, en ese caso, pídele tu teléfono.

No juegues a la indiferencia por pura soberbia o vanidad. No necesitas ser distante para mostrar tu valor.

En esencia, la indiferencia es ligar sin mostrar interés. Pero conviene tener cuidado para no llevar esta ideal al extremo.  O para no aplicarla en los amores imposibles. La indiferencia no hace milagros.


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