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Curar una enfermedad va más allá del alivio de los síntomas

Cuando a uno le duele la rodilla lo primero que desea es que le deje de molestar. Quizás el tratamiento inicial es usar un analgésico o un antiinflamatorio. Y es lógico hacer esto, pero no deberíamos quedarnos aquí. Junto con nuestro médico deberíamos investigar las causas y actuar en consecuencia. El mencionado dolor de rodilla puede ser la consecuencia de un golpe recibido haciendo deporte, de una mala postura al sentarse o del estrés, que ha atacado a la parte de nuestro cuerpo que estaba más débil.

Para ir más allá de los síntomas, el profesional médico debe (o debería poder) conocer nuestra forma de vida, nuestros hábitos, cómo nos enfrentamos a los problemas,… Para ello necesita implicación y tiempo. Lo primero existe prácticamente siempre. Lo segundo ya es otro tema… En muchos sistemas sanitarios el paciente se ha convertido en un número y el médico ha de atender en X minutos a cada uno de ellos. Creo que esto es una visión a corto plazo y nada aconsejable, Si las enfermedades no se tratan en profundidad vuelven a producirse, lo que conlleva más sufrimiento y también más gasto económico.

Algunas terapias, entre ellas la homeopatía, abogan por ir más allá. Curar es mucho más que atajar unos síntomas. Cada persona es diferente, tiene una constitución física distinta, reaccionamos de diferente manera ante los problemas y enfermamos distinto. Pongamos dos ejemplos. Pedro padece de insomnio causado por el estrés en el trabajo y se levanta todas las mañanas con dolor de cabeza, María tiene un problema de asma, que le impide descansar adecuadamente por la noche y los días que ha dormido poco le duelen las articulaciones. Quizás en un primer momento se pueden tomar analgésicos y medicamentos que ayuden a conciliar el sueño, pero los verdaderos objetivos serán solucionar los problemas de Pedro en el trabajo y averiguar la causa última del asma de María.

La homeopatía es especialmente eficaz en pacientes que de forma reiterada padecen infecciones (de garganta, de oídos, urinarias, etc.) y en las enfermedades crónicas. En dichos casos el médico homeópata va a investigar cada caso en profundidad para ofrecer un tratamiento totalmente personalizado. Por ello la primera consulta es aproximadamente de una hora de duración. La homeopatía toma la enfermedad como un desequilibrio que afecta al individuo en su totalidad. Para equilibrar el organismo será necesario implicación y dedicación del profesional médico y también del paciente, que debe estar dispuesto a cambiar los hábitos que sean necesarios.


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