El tratamiento con toxina botulínica (conocido popularmente como botox) es uno de los más demandados en el mundo, no solo por su eficacia sino por la durabilidad que tiene en la piel. Aplicándolo de forma correcta lograrás realzar la belleza de tu rostro y lucir cada día más joven y saludable.
Para que sepas un poco más acerca de este tratamiento hablamos con varios expertos e investigamos en Internet para así poder dar con todos los secretos detrás del botox.
Pero primero ¿Qué es el botox?
La toxina botulínica (el botox) es una proteína que actúa relajando la musculatura y que empezó a utilizarse como medicamento en 1980. En estética el botox se utiliza para bloquear los impulsos nerviosos, lo que se traduce en una reducción de la contracción muscular y en consecuencia, las líneas de expresión y las arrugas se van suavizando hasta desaparecer.
El tratamiento
El doctor Francisco Gómez Bravo, director de la Clínica Gómez Bravo y cirujano plástico explica que esta toxina “se inyecta en cantidades minúsculas con una aguja muy fina en los músculos del rostro cuya actividad es excesiva, para relajarlos, y difuminar y prevenir la aparición de arrugas de expresión o suavizar las arrugas estáticas. Es imprescindible que el especialista tenga profundos conocimientos de anatomía facial y de correcta administración del mismo, ya que de ello va a depender la consecución de un resultado más natural”.
Zonas donde se puede aplicar el botox
El doctor Pierre Nicolau comenta que el botox permite tratar las arrugas del rostro, en específico “en la frente, la arruga entre los ojos y en el centro de la frente, las patas de gallo en el ángulo de los párpados y las líneas de vejez en los ángulos de los labios”.
Tiempo de duración
Tiene un tiempo de duración entre cuatro y seis meses, momento en el cual se aconseja repetir el tratamiento para potenciar los buenos resultados. Según cuenta Leticia Carrera, directora técnica de los centros Felicidad Carrera, “la toxina actúa a largo plazo educando a los músculos a que se contraigan con menos fuerza y se suavicen las arrugas. No es necesario esperar un tiempo específico, tras la primera inyección se puede volver a realizar el tratamiento una vez hayan remitido los resultados”. Sin embargo el doctor Nicolau recalca que “es importante no inyectar la toxina botulínica más de dos veces al año para evitar la formación de anticuerpos que anulen su efecto de manera definitiva, como ocurre cuando nos vacunamos”.
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