A la vista de las recomendaciones internacionales, la población y, sobre todo en edades jóvenes, no consume en la dieta diaria la cantidad adecuada de vitaminas.
Según han puesto de manifiesto especialistas reunidos en Sevilla, las vitaminas forman parte de los llamados antioxidantes esenciales, cuya ingesta es necesaria porque, en caso contrario, se producen carencias que generan problemas de salud. Tanto las vitaminas como los compuestos fenólicos antioxidantes naturales tienen un importante papel en la prevención de enfermedades y en procesos como el envejecimiento.
Todo el abecedario de estas sustancias tiene una serie de propiedades con funciones específicas, y todas ellas se encuentran en los alimentos que consumimos aunque, como señala el Dr. Julián Conejo-Mir, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, no lo hacemos en las cantidades recomendadas para prevenir la oxidación excesiva.
Con motivo del Seminario para Medios de Comunicación Antioxidantes: aliados de la salud, convocado por Minute Maid con el aval de la Academia Española de Dermatología y Venereología, Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición y la Asociación Española de Informadores de la Salud, este especialista ha explicado la valiosísima aportación de las vitaminas como antioxidantes y ha destacado entre ellas la A y la C, añadiendo que las frutas proporcionan más de la mitad de la vitamina A y casi toda la vitamina C que necesita el organismo. En este sentido, puntualiza que algunas verduras también contienen gran cantidad de esta última vitamina pero que, sin embargo, cuando se cuecen, se pierde, lo que hace fundamental tomar las frutas crudas. Por otra parte, además de proporcionar beneficios per se la vitamina C presente en las frutas incrementa la asimilación del hierro, calcio y fósforo que se obtienen de otros alimentos.
Los dermatólogos aseguran que también la salud de la piel tiene una relación muy importante con la alimentación y que evitar el envejecimiento prematuro puede lograrse con una dieta escasa en grasa animal y abundantes frutas y proteínas: con ese esquema se cubrirían los antioxidantes necesarios para conseguirlo. Lo cierto es que, según el Dr. Pedro Jaén, director del Seminario y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, existen múltiples teorías acerca del proceso de envejecimiento y, entre las más aceptadas estaría la de los radicales libres, que explica el envejecimiento del organismo como el daño producido en los tejidos por los radicales libres, de tal manera que, conforme el individuo envejece, habría un desequilibrio entre radicales libres y defensas antioxidantes del organismo. Paliar ese déficit de antioxidantes mediante la ingesta de las sustancias que contrarrestan el efecto de los radicales libres es de gran ayuda para ralentizar ese envejecimiento prematuro.
En el caso de la piel, añade el Dr. Conejo-Mir, clínicamente aparecen arrugas, manchas pigmentadas, telangiectasias (dilatación de capilares) y otras alteraciones que definen el fotodaño fácil o fotoenvejecimiento. El especialista añade además que al estar expuesta a la radiación solar, la piel envejece más rápidamente que el resto del organismo, por el proceso de oxidación celular. La única forma de reducirlo -afirma- es con protección solar y con ingesta abundante de fruta, sobre todo que contenga vitaminas A, B, C y D, así como compuestos fenólicos. (mayo 19/2011 Diario Salud)
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