Para la mayoría de las mujeres pintarse las uñas es una actividad de belleza como tantas otras. A veces es incluso divertido y da la oportunidad de variar colores y diseños. Aunque a la vista los productos de cuidado de las uñas parecen inofensivos, muchos de ellos contienen ingredientes que resultan tóxicos. El peligro es aún mayor para personas que trabajan con ellos o los fabrican.
Tres de los componentes que se encuentran en los productos para las uñas son el ftalato de dibutilo, el tolueno y el formaldehído. El tolueno, por ejemplo, se usa en varios productos incluido el esmalte de uñas, y puede causar daño en el sistema nervioso central y las funciones reproductivas.
El formaldehído es cancerígeno y el ftalato de dibutilo está ligado a problemas reproductivos. Las personas más afectadas son las que trabajan en los salones de belleza, puesto que están en constante contacto con los productos y pueden inhalarlos causando daño a la salud.
Si la ventilación es mala, es aún peor. En algunos casos se dan dolores de cabeza fuertes, irritaciones en la piel y problemas de respiración. También puede llevar a nacimientos prematuros o afectar el desarrollo del feto.
OJO... No son fáciles de reconocer
En el mercado mundial, los productos para las uñas no siempre están regulados para no contener estos químicos. Aunque de a poco se han creado nuevas opciones libres de ellos, no son la mayoría y generalmente no nos fijamos el contenido de los envases. Aunque es difícil buscar soluciones, lo mejor es mantener ventilados los salones de belleza y nunca estar demasiado tiempo expuesto a estos productos tóxicos.
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