Vivimos a una velocidad tan rápida que, con frecuencia, nos
dejamos arrastrar por el bucle de la corriente sin tomar conciencia de lo
importante que es apreciar el instante. Existen distintos métodos que nos
ayudan a conectar con el aquí y con el ahora. Uno de ellos es el mindfulness
como método de la atención plena que nos ayuda a mejorar nuestro nivel de
conciencia para aceptar el curso de los acontecimientos sin reprimir
sentimientos y mejorar nuestro diálogo interno que es base de una autoestima
sana.
Con la perspectiva de la despedida del 2015, si echas la vista al
pasado para recorrer en tu línea mental todo lo que has vivido a lo largo de esos doce meses, no solo es que muchas de las cosas que has protagonizado ya las
has olvidado, sino que, además, observarás con nitidez que todo cambia y que
nada permanece.
Cómo avanzar hacia la alegría
Es decir, que vivimos en una dinámica cambiante y que
este cambio debe hacernos valorar que con mucha frecuencia sufrimos al olvidar
que las etapas de dolor también tienen fin (aunque cuando las vivimos parezcan
eternas). Y también, podemos sufrir porque al estar en una fase de alegría
olvidamos que este estado de euforia no es eterno. Debemos intentar mantener
los pies en el suelo y aceptar que no existe mejor momento para ser feliz que
el ahora expresado en letras mayúsculas y sentido con el corazón.
No tiene sentido permanecer estancado en el lugar equivocado
cuando la inercia de la vida nos empuja a seguir avanzando a partir de
la corriente del tiempo. El mes de enero representa un nuevo cambio en el
calendario. Sin embargo, nosotros no cambiamos tanto por este hecho, al igual
que nuestras circunstancias no se modifican de golpe por haber avanzado un día.
Recuerda que todo cambia y nada permanece si estás
sufriendo por un desamor y te angustia pensar que nunca lograrás pasar
página, si estás triste porque te sientes infravalorado como consecuencia del
desempleo de larga duración, si notas que tu autoestima se resiente por el
sufrimiento, si sufres una crisis de pareja grave o incluso, si te sientes solo
y en una mala racha. Nada es eterno, especialmente, si tú mismo te implicas a
nivel emocional para crear nuevas circunstancias de buena suerte en tu vida a
partir de la toma de decisiones importantes.
Todo cambia y nada permanece, puedes utilizar este
mensaje como un mantra que alimenta tu corazón con la esperanza de la propia
vida.
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