Como se decía en un artículo anterior, la fisiognomía es una técnica de autoconocimiento mediante el análisis de los rasgos faciales. Es útil para conocer a las personas que nos rodean y relacionarnos con ellas de manera eficaz. Hoy en día, el sistema tau-psico clasifica los individuos en siete posibles temperamentos: mental, nervial, bilial, sanguial, linfatial, cordial y egotial. El mental, el nervial y el bilial son introvertidos. El sanguial y el linfatial son extrovertidos. El cordial y el egotial son ambivalentes y pueden actuar de una manera u otra dependiendo de las circunstancias.
- La persona mental es abstracta, imaginativa. Es inventora y creativa. Siempre concentrada, tiene interés por la filosofía y la cultura. Su mayor problema es el autocondicionamento negativo. Hay que entender su filosofía para provocarle la iniciativa.
- El nervial es un individuo intuitivo, sensible y con buen gusto. Es el artista. Pero también es inestable y a menudo cambia de opinión. Es pesimista y desconfiado y suele sufrir problemas relacionados con el sistema nervioso. Para ganárselo, hay que demostrarle comprensión y reconocerle el buen gusto.
- Al bilial se le debe captar la atención con las primeras palabras. Es analista, metódico y ordenado, así como reservado, previsor y reflexivo. También es severo y represor. Es propenso a la depresión.
- El sanguial acepta bien las órdenes de sus superiores. Es simpático, optimista e idealista. Es sentimental, sensual y dado a la familia. También es partidista e impulsivo. Se le cautivará alabando sus cualidades. Es fácil que tenga problemas circulatorios.
- Al individuo linfatial le gusta vivir bien. Es financiero, acomodado y sibarita. También es dinámico y sociable. Sabe ser paciente y es práctico. Se le debe saber escuchar y hacerle hablar de lo suyo. Puede tener problemas alimentarios.
- El cordial es social y tiene don de gentes. Es universalista, altruista, comprensivo, perceptivo y sentimental reflexivo. También es indeciso. Es propenso a las enfermedades cardiovasculares. Le moverá todo lo que pueda producir beneficios a la sociedad y la humanidad.
- El egotial es el líder. Es responsable, coordinador, organizador y disciplinado. Puede ser un tirano y orgulloso. No puede soportar que le manden (es mejor pedirle la opinión), porque “es él quien manda”. Suele sufrir estrés.
El temperamento egotial es el caso más evidente de la evolución de la especie humana. Es un temperamento de tiempos recientes. Los líderes de hoy en día no mandan y reprimen, como hacían los personajes históricos de antemano, sino que son admirados y seguidos. La rapidez con que se transforma el mundo puede hacer aparecer cada vez más temperamentos nuevos capaces de adaptarse a las nuevas realidades.
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