En la vida existen situaciones complejas en las que las
relaciones atraviesan periodos de crisis. Las diferencias personales producen
cierto malestar e incomodidad, sin embargo, conviene pensar que merece la pena
superar las distancias para intentar mejorar los vínculos afectivos. El proceso
puede ser doloroso ya que debemos desenredar nudos, salir de nuestro propio
punto de vista para comprender al otro y escuchar cosas que puede que nos
duelan. Los seres humanos somos muy complejos, tanto que podemos tener dos
interpretaciones muy distintas de una misma vivencia.
¿Cómo puedes resolver las diferencias personales?
1.
En primer lugar, para solucionar diferencias hay
que estar dispuesto a hablar y hacerlo con el corazón. Es decir, no
quedarnos a mitad de camino. En una situación así, tienes que implicarte para
hablar de ti mismo, pero por supuesto, para mantener también el respeto hacia
el otro. Nuestros sentimientos son importantes, pero también lo son los de los
demás. Y a veces, fallamos en este punto al no tener esta consideración de la
empatía.
2.
En ocasiones, para resolver diferencias
importantes, puede ocurrir que dos personas necesiten pedir ayuda. La
mediación familiar ofrece un gran apoyo a las parejas que atraviesan una
situación de crisis y dudan sobre la posibilidad de separarse. ¿Qué ocurre en
muchos casos? Que las parejas piden ayuda cuando ya es demasiado tarde, es
decir, cuando el vínculo está totalmente roto. En el caso de haber dado el paso
antes, tal vez, hubiese sido posible retomar la situación en positivo.
3.
Conviene estar dispuesto a ceder si de
verdad se quiere apostar por esa relación. Es decir, es aconsejable no querer
llevar la razón a toda costa para comprender que, en ocasiones, el corazón no
entiende de razones cuando apelamos al ámbito de los sentimientos. Es decir, si
una persona nos dice que le hemos hecho sentir mal con una de nuestras
actitudes, debemos aceptar y respetar ese sentimiento, aunque consideremos que
no ha habido motivos para ello.
4.
El paso del tiempo es necesario para sanar las
heridas del corazón. Es decir, es indispensable tener paciencia para
llegar a puntos de encuentro. Pero para ello, conviene sembrar palabras
amables, gestos de cariño, respeto hacia el otro y apoyo emocional para que
todas esas acciones, consigan dar un resultado fructífero en algún momento. El
amor es como una semilla que va creciendo.
5.
No te culpes por cosas que hayas hecho o
hayas podido decir. Todos somos humanos y nos equivocamos. Acepta tus
debilidades y háblate como te hablaría un buen amigo que te quiere, te valora y
te respeta sin condiciones. En la mayoría de las ocasiones de diferencias
personales en el contexto familiar, es positivo dar una nueva oportunidad, en
el caso de las relaciones de pareja la situación es distinta porque uno de los
dos puede que haya llegado a su límite.
6.
Puede que, coincidiendo con algunas festividades,
sientas que algunas diferencias personales afloran de nuevo en tu vida
causando ansiedad. Relájate y escucha ese sentimiento, no le des la espalda,
tiene algo que decirte.
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