"Cuando alguien te insulta, eso te molesta; pero ese es el estado natural de cualquier persona inconsciente. El iluminado dice que cuando alguien se enfada contigo, tu respuesta debe ser la compasión; hay que invertir el proceso. Cuando alguien está enfadado, debes perdonar, alimentar el sentimiento de perdón. Tu vida empezará a renovarse. Si alguien te insulta y te enfadas, tu vida seguirá siendo igual que antes. En ese caso no será posible ningún tipo de transformación porque no estarás cambiando la base.
Cuando alguien te respeta, te alaba; eso te gusta, te sientes contento. El iluminado dice que cuando alguien te respeta, te debe resultar indiferente; ¡incluso debes entristecerte! Normalmente, cuando alguien te muestra respeto te sientes muy feliz. ¿Por qué? Porque tu ego se siente colmado, y el ego es una enfermedad. Por eso tus enemigos no te pueden hacer tanto daño como tus admiradores, que están alimentando tu ego... A los que te critican, dales un lugar para que vivan cerca de ti, de modo que te puedan insultar todo el día y toda la noche. Porque la gente que te insulta está destrozando tu ego y la gente que te alaba lo está reforzando. Y el ego es la mayor enfermedad, es la fuente de toda la infelicidad...
Cuentan que cuando Jesús estaba siendo crucificado le preguntaron si quería decir algo. Jesús alzó la cabeza hacia el cielo y dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". Si alguien quiere crucificarte a ti, tu mente estará llena de insultos hacia él; en ningún caso se te ocurrirá lanzar bendiciones...
Si quieres elevarte sobre la reacción espontánea de la naturaleza, tu sadhana, tu disciplina espiritual, debería hacer lo contrario. Cuando alguien te alaba deberías llorar y cuando alguien te insulta deberías reírte. Si sigues esta pequeña práctica cuando vas en busca de lo divino, lo divino te buscará a ti. Entonces no habrá necesidad de buscarlo. Una vez que cambies las reacciones comunes de la vida por sus opuestos, habrás entrado en el mundo de la verdad. Habrás entrado en el camino de la gracia, desde el cual la propia verdad tirará de ti...
El único esfuerzo de todos los sabios es que las reacciones ciegas de tu vida se llenen de conciencia. Allí donde te comportes como un robot, como una máquina, debes ser consciente. Y uno sólo se vuelve consciente cuando trasciende la naturaleza. Cuando alguien te insulta, no necesitas ninguna conciencia para enfadarte. La ira es inconsciencia, no necesitas conciencia. Pero para perdonar a alguien que te ha insultado tienes que ser consciente, estar muy alerta. Hay que elevar la conciencia a un nivel superior y hay que intensificar la luz interior. Incluso entonces existirá la posibilidad de la vieja costumbre de que te posea la ira y te vuelva a arrastrar hacia abajo. Pero es un proceso que compensa enormemente. Si alguien empieza a invertir sus reacciones automáticas en la vida, experimentará una gran alegría. Entonces la vida se convertirá en un laboratorio. Incluso los demás se sorprenderán; y los demás sólo se sorprenden cuando descubren que tú ya no eres ciego. Los demás se sorprenden y se preocupan sólo cuando no actúas de acuerdo con las expectativas normales. Si alguien insulta a Buda, él se limita a escuchar...
Cuando una persona empieza a elevarse sobre las reacciones habituales de la vida, comienza un proceso maravilloso, un dulce y delicioso viaje que cada día se hace más dulce, que cada día se llena de más fragancia. Comienza a fluir la dicha en ti. Y en la culminación de este viaje llueve el néctar.
Pero tal como eres, dondequiera que estés, estás invertido. Estás haciendo lo que no debería hacerse, estás viviendo de una manera en la que no habría que vivir. Estás sembrando espinas con tus propias manos y echando piedras en tu propio camino con tus propias manos. Y eso hará imposible el viaje. Tú eres tu propio enemigo".
OSHO, Diálogos con el Señor de la Muerte
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