La causa de todo sufrimiento que podamos tener es nuestro sentimiento de separación, de no sentirnos uno con el todo, de ser YO y mis circunstancias, separado de todo y de todos, pero todo ello es solo obra del EGO, queremos compartir en este artículo, algunas sugerencias para trascender al ego y con ello al sentimiento de separación y desconexión que tan infelices nos hace.
El EGO y el YO:
Así como hay dos polos en un imán, uno positivo y uno negativo; las personas también cargamos con dos personajes en disputa; uno de ellos es el que se afana por el éxito material y el otro que aspira a elevarse espiritualmente.
La descripción brindada por Sogyal Rinpoche en la obra “El libro tibetano del vivir y del morir” explica a las mil maravillas este descubrimiento: “Dos personas han estado viviendo en ti durante toda tu existencia. Una es el ego: charlatana, exigente, histérica, calculadora; la otra es el ser espiritual oculto, cuya queda y sabia voz has oído y atendido sólo en raras ocasiones”.
El EGO o la máscara social:
Consideremos al ego como la idea que cada uno de nosotros tiene de sí mismo. Es decir, que el ego no constituye mas que una idea, una ilusión, pero una ilusión que ejerce gran influencia”.
Nadie ha visto al ego. Se trata más bien de un fantasma que aceptamos que controle nuestra vida. El problema es que mantener esta ilusión puede impedirle conocer su verdadero yo, su esencia espiritual.
En esencia, el ego, la idea de uno mismo, la máscara, el papel que estamos desempeñando; supone una forma distorsionada de afirmar y vivir la existencia. A esta máscara social (el ego) le gusta la aprobación, quiere controlar situaciones y personas, y se apoya en el poder porque vive en el temor.
Sugerencias para transcender el ego y alcanzar la consciencia superior:
Las siguientes sugerencias le ayudarán a ponerse en contacto con el ego y trascenderlo:
- Intente conocer su ego y determinar cuando su ego influye y domina su vida. Pregúntese: ¿Estoy escuchando a mi falso yo o a mi yo espiritual? A medida que vaya adquiriendo conciencia de su ego, podrá librarse del egocentrismo y entrar en la conciencia superior.
- Comience a llevar la cuenta de con cuánta frecuencia usa el pronombre “yo” . Al no centrarse en su propia persona estará superando el ego.
- Comience a considerar su ego como una entidad que le acompaña y que tiene un propósito . Es invisible y siempre está a su lado.
Trata de convencerlo de que usted está separado de lo divino, de su superioridad respecto de otros, y de que es “especial”.
El quiere que usted se sienta ultrajado cuando recibe un trato incorrecto, cuando lo insultan, cuando no lo acarician; ofendido cuando no sale con la tuya, herido cuando pierde en una competición.
Primero conoce a esta entidad. Luego se percata de que está obrando en usted. Por último, se libere de ella.
- Escuche a los demás y no se centre en sí mismo. Durante las conversaciones, concéntrese en lo que la otra persona está diciendo y en lo que siente. Luego responda con una frase que empiece por “tú, usted”. Esto se denomina escucha activa. Es una manera de contener el ego y permitir que participe el yo espiritual.
- Resista el hábito de permitir que el ego domine su vida. Cuanto más se resista a permitir que su ego sea quien controle su vida, más pronto llenará el espacio que antes ocupaban las exigencias de su falso yo.
- Practique la meditación diaria o el acallar su mente para deshacer la ilusión de que está separado del universo y que todas las almas son extensiones de la energía de Dios. Comenzará a tratar a los demás como le agradaría que lo tratasen a usted. Se sentirá conectado con todo y con todos.
- Trate de borrar de su mente la palabra “especial”. Especial implica mejor que, o más importante que. Niega que una gran energía habita en cada uno de nosotros. Todos somos Uno.
- Escriba un diario. Trate de describir en que le beneficia sentirse ofendido. Lo que lo ofende es obra de su ego. No pretenda que el mundo debería ser como usted es y no como en realidad es.
- Dé más de sí mismo y pida menos a cambio . León Tolstoy, pasó de ser un egocéntrico a ser un servidor de los demás, luego de aprender muchas lecciones y pasar por tribulaciones. Y escribió lo siguiente: “El único significado de la vida es servir a la humanidad”. Sea quien acaricie. Sea quien da cariño.
- Recuérdese cada día que el más alto culto que puede rendirle a la divinidad es servir a la humanidad , y que mediante ese acto su yo espiritual se sentirá realizado.
- Ponga fin a la búsqueda externa de la libertad y conozca el sabor de la auténtica libertad que es la comunión con su yo espiritual.
La auténtica libertad no necesita nada para demostrar su existencia. Sólo siendo auténticamente libre podrá amar, porque no existe amor sin libertad. La falsa libertad exige que tenga a la mano algo que dé fe de su existencia.
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