El amor es algo que es muy difícil de explicar. Te propongo una reflexión muy interesante que te ayudará a ver las cosas acostumbradas desde otra perspectiva.
¿Por qué las personas inteligentes batallan para conocer a su media naranja?
1. Analizan los sentimientos, tanto propios como ajenos
Las personas inteligentes saben reunir información y sacar conclusiones. Y esta habilidad les juega una mala broma, pues son más propensos a «huir» de la relación en cuanto se presentan las primeras señales de problemas. ¿Malos entendidos, discusiones? No somos uno para el otro, adiós.
2. Necesitan más tiempo para abrirse
El cerebro no deja de trabajar jamás sacando a la superficie todos los detalles y motivos posibles del por qué todo puede salir mal. Como resultado, a las personas inteligentes se les hace difícil abrirse con los demás, saben y entienden que cualquier relación es un riesgo. Por eso muchas veces lucen frías y reservadas aunque en realidad, no es así.
3. Confían en su experiencia anterior
Otra trampa en la que caen las personas inteligentes. Lo que haya destruido su relación anterior no necesariamente aniquilará la relación actual, sin embargo, les resulta difícil entenderlo. Recuerdan bien la dolorosa experiencia de separación en el pasado y proyectan su experiencia anterior a las personas que están a su lado en este momento.
4. La soledad es su elección consciente
Sí, así es. Las personas inteligentes se dan cuenta de que es mejor y más cómodo estar solo que «mal acompañado». Es su elección bien pensada y totalmente consciente. En la mayoría de los casos estas personas no están solas debido a las circunstancias sino porque eso es lo que quieren y se sienten excelente en soledad.
¿Por qué las personas inteligentes batallan para conocer a su media naranja?
1. Analizan los sentimientos, tanto propios como ajenos
Las personas inteligentes saben reunir información y sacar conclusiones. Y esta habilidad les juega una mala broma, pues son más propensos a «huir» de la relación en cuanto se presentan las primeras señales de problemas. ¿Malos entendidos, discusiones? No somos uno para el otro, adiós.
2. Necesitan más tiempo para abrirse
El cerebro no deja de trabajar jamás sacando a la superficie todos los detalles y motivos posibles del por qué todo puede salir mal. Como resultado, a las personas inteligentes se les hace difícil abrirse con los demás, saben y entienden que cualquier relación es un riesgo. Por eso muchas veces lucen frías y reservadas aunque en realidad, no es así.
3. Confían en su experiencia anterior
Otra trampa en la que caen las personas inteligentes. Lo que haya destruido su relación anterior no necesariamente aniquilará la relación actual, sin embargo, les resulta difícil entenderlo. Recuerdan bien la dolorosa experiencia de separación en el pasado y proyectan su experiencia anterior a las personas que están a su lado en este momento.
4. La soledad es su elección consciente
Sí, así es. Las personas inteligentes se dan cuenta de que es mejor y más cómodo estar solo que «mal acompañado». Es su elección bien pensada y totalmente consciente. En la mayoría de los casos estas personas no están solas debido a las circunstancias sino porque eso es lo que quieren y se sienten excelente en soledad.
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