Dentro de los
diferentes aspectos que estudia la psicología, encontramos que la
autoestima baja es uno de los problemas más comunes que se tratan en
las consultas de un psicólogo. Esta deriva conflictos mentales,
emocionales y, en ocasiones, físicos que pueden afectar de forma
drástica y negativa la vida de las personas que la padecen. Pero,
¿Qué hay de las personas que tienen un enfoque diferente a lo
común, como las personas con autoestima alta?
La percepción que
cada persona tiene de sí misma varía de acuerdo a experiencias
vividas, ámbito familiar, tipo de crianza y el medio en el que una
persona se desempeña diariamente. Es muy importante comprender que
estos aspectos pueden influir de diversas formas en el estado
emocional y mental de un individuo, en especial en la mujer de hoy
día.
Si bien un hombre se
siente muy seguro y satisfecho con su trabajo, puede que a nivel
personal o familiar no se sienta competente o poco valorado. En el
caso de la mujer, su mayor fuente de apoyo y confianza este en el
seno familiar; sin embargo, se encuentra con la difícil tarea de
mantener amistades debido a ciertos aspectos de personalidad y una
excesiva confianza en sí misma.
En la mayoría de
los aspectos que nos caracteriza como seres individuales y únicos,
la autoestima tiene una gran influencia, ya que es lo que determina
nuestro comportamiento ante diversas situaciones y la forma en la que
nos enfrentamos a ellas, así como la pérdida de motivación que
produce la baja autoestima.
¿Cómo identificar
los tipos de autoestima en un individuo?
En la mayoría de
los casos de autoestima, las personas creen que la forma en la que
los demás perciben de nosotros mismos es lo más importante; asunto
que aún en lo personal es difícil es de manejar.
El asunto está en
que la sociedad te indica que está bien y que no, y lamentándolo
mucho por la gran mayoría, creen que los demás pueden determinar lo
que somos; ésta línea de pensamiento es indicativo de una baja
autoestima.
Debemos estar muy
seguros y ser conscientes de que si alguien te dice lo que tienes que
hacer, aun cuando no se tiene nada que ver con dicha persona,
obviamente se necesita un ajuste de percepción.
Ahora bien, un mundo
completamente diferente se aplica con aquellos que tienen una
valoración muy alta de sí mismos. Aquellos que gozan de una
autoestima alta, son personas que saben lo que quieren, como lograr
sus objetivos sin la aprobación directa de nadie y la palabra “NO”
pocas veces forma parte de su vocabulario habitual.
Estas son personas
que se sienten satisfechas con su vida, con lo que logran día a día
y con sus metas personales. Más importante aun, saben que son
valiosas, saben darse su lugar y conocen a fondo sus capacidades y
limitaciones por lo que pueden resolver conflictos e inconvenientes
de forma efectiva y sin excesiva preocupación.
Por otro lado, no
todo es blanco o negro, también encontramos puntos medios. Algunas
personas presentan una percepción inestable de sí mismas,
dependiendo de las circunstancias en la que se encuentren.
Una persona con muy
baja autoestima se siente inepta, incapaz o fracasada en casi todos
los ámbitos; en cambio, una autoestima media puede ser presentarse,
como se mencionó previamente, con sentimientos de inseguridad con
solo uno o dos ámbitos y mostrar confianza y seguridad en otros. En
muchas ocasiones estas personas acuden a un psicólogo para el
tratamiento de la baja autoestima con el objetivo de mejorar la
percepción de sí mismas hacia una visión más positiva y poder así
ser un poco más felices en su vida.
Un nuevo enfoque
para una autoestima alta y excesiva
Debemos tener en
cuenta que para disfrutar de todo aspecto de nuestra vida, debemos
tener confianza en nosotros mismos y estar seguros de que estamos en
el lugar y el momento que deseamos y esperábamos estar.
Una persona que
conoce su lugar en el mundo, tiene los pies bien puestos en la tierra
y reconoce que es valiosa, no se doblegará ante comentarios
negativos / críticas o decepciones cotidianas; al contrario,
recordará palabras positivas que la lleven a mejorar como individuo.
Cuando se es
positivo, se ven los fracasos como aprendizajes y oportunidades para
crecer en todo aspecto. Sus mantras personales son: “Yo sí puedo
hacerlo”, “Estoy feliz con lo que soy y lo que he logrado”; aun
cuando fracasa se plantea la siguiente pregunta: “¿Qué haré para
evitar que me vuelva a suceder y como puedo hacerlo mejor?”
Es evidente que este
nivel de amor propio es ideal para lograr cada uno de los objetivos
personales. Sin embargo, algunos han tomado este amor propio y lo han
elevado a niveles excesivos.
Una autoestima
excesiva o inflada tiene mucha similitud la autoestima alta y es
difícil percibir las diferencias para los demás; pero a nivel
personal, los pensamientos, ideas, percepción y acciones no son los
mismos.
Por lo general, una
persona que se cree extremadamente especial, tiende a estancarse
social y mentalmente por pensar que es mejor de lo que realmente es.
Este tipo de
autoestima es una máscara o disfraz para esconder el terror o miedo
a afrontar la realidad. La humildad no es considerada una cualidad
sino un comportamiento humano de rebajarse ante los demás, por lo
tanto alardea no solo de lo que es sino también de lo que tiene o
piensa que tiene.
Es realmente triste
reconocer que la sociedad promueve el egocentrismo, el orgullo mal
sano y el excesivo amor propio. Si bien es cierto que no está mal
valorarnos, nuestra perspectiva de lo que somos depende de cómo
tratamos a los demás, en especial a nuestra familia y amigos.
Una autoestima alta,
con un buen enfoque hacia lo que es como persona y lo que desea ser
es el estado ideal para todos; si lo ha logrado, siéntase dichoso y
continúe trabajando para mantener un buen ojo con respecto a usted
mismo.
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