Para muchos, lejos de ser una aptitud y una habilidad, la inteligencia intuitiva es más bien algo poco científico o incluso sobrenatural.
Ahora bien, es importante saber que la intuición cuenta con años de estudios desde el campo de la psicología.
Con libros como “Educar la intuición” de Robin M. Hogarth o “Inteligencia Intuitiva, por qué sabemos lo que sabemos” de Malcolm Gladwell, contamos con excelentes ejemplos que nos demuestran la actual importancia de esta dimensión.
Una persona intuitiva es aquella capaz de escuchar la voz de su subconsciente para dar respuestas más rápidas y útiles. Lejos de verlo como un acto “de magia”, te gustará saber que, a día de hoy, estamos ante un área que merece la pena desarrollar en nuestro día a día. Te damos toda la información.
Inteligencia intuitiva: claves para desarrollarla
La voz popular siempre ha exaltado esa idea de que la intuición es un área restringida casi en exclusiva al cerebro femenino. Ahora bien, esto no es del todo cierto, porque tanto hombres como mujeres cuentan con esta aptitud.
La única diferencia reside en que, comúnmente, es la mujer quien suele hacer más caso a su voz interior, a sus corazonadas. Ella quien establece una unión más íntima con su subconsciente.
No obstante, un hecho curioso que sin duda te gustará saber es que, tal y como nos explica el experto en Inteligencia Emocional Daniel Goleman, son muchos los hombres que hacen uso de la intuición sin darse cuenta:
- Los agentes de bolsa toman decisiones en muy pocos segundos. Sin apenas tiempo para analizar datos, se dejan llevar por sus “instintos”, por esa intuición que no es más que el baúl automático de su propia experiencia.
- Médicos, psiquiatras y muchos profesionales también hacen uso de la intuición porque, al fin y al cabo, es ese interruptor que les permite darse cuenta de algo basándose en sus propios conocimientos almacenados.
Veamos de qué modo podemos desarrollar un poco más nuestra inteligencia intuitiva.
Aprende a confiar en tu voz interior
Seguro que te habrá pasado alguna vez. Ves a una persona y, al momento, sabes si es de fiar o no. Puede que te equivoques en alguna ocasión, pero generalmente das en el clavo. ¿Tienes quizá algún tipo de poder?
- En absoluto. A lo largo de toda nuestra vida hemos tenido cientos de experiencias, hemos obtenido aprendizajes, hemos sacado conclusiones a veces hasta de forma inconsciente.
- Nuestro cerebro almacena imágenes, sensaciones, olores, e infinidad de datos clasificados de forma muy profunda que van modelando poco a poco esa capacidad llamada intuición que no es más que nuestra propia esencia, nuestra identidad y ella quien nos permitirá dar respuestas rápidas a determinados momentos.
Llegados a este punto es posible que te preguntes si es adecuado o no confiar en tu intuición. La respuesta es “Sí”.
- La intuición nos permite dar respuestas que entran en equilibrio con nuestra propia identidad, con lo que nos define. Quien se aleja de su intuición acaba alejándose de sí mismo.
*Pongamos un ejemplo. Tu familia te recomienda que aceptes una determinada oferta de empleo. Ello te puede suponer poder vivir mejor, pero tu intuición te dice que no serás feliz en ese trabajo.
Sin embargo, tu parte racional te argumenta aquello de “más dinero = mejor calidad de vida”.
¿Qué deberíamos hacer en este caso?
- Escucha a tu intuición con detenimiento. Ella está vinculada de forma directa a tu mundo emocional, a tu experiencia y a tu identidad.
- Después, tras escuchar a tu intuición enfoca de forma racional la situación: ¿voy a elegir un trabajo que sé que no me va a hacer feliz? La inteligencia intuitiva ya te ha dado la respuesta.
Pensar en “zen”
Aquí citamos de nuevo a Daniel Goleman. Según él, a día de hoy los responsables de grandes multinacionales y empresas (como pueden ser Google o Facebook) recomiendan a sus empleados “think zen”. Se basa en lo siguiente:
- A la hora de dar respuestas más exitosas es necesario sabernos escuchar a nosotros mismos.
- Pensar en zen es alcanzar primero un estado de calma profunda, con el cual dejar a un lado presiones, estrés, pensamientos limitantes o ansiedades. Solo así entraremos en contacto con nuestra intuición.
- Una vez conectamos con nuestra esencia personal, con esa voz interior, nos permitimos conectar con el exterior, pero solo con aquellos aspectos que son necesarios para tomar una decisión adecuada, original, novedosa y creativa.
Como puedes ver, la inteligencia intuitiva nos puede ser muy útil en el día a día porque nos permite, ante todo, actuar y dar respuestas más equilibradas de acuerdo a nuestras necesidades y personalidad.
El enfoque racional y lógico, en ocasiones, deja a un lado el plano emocional, imprescindible para nuestro crecimiento personal. Así pues, nunca está de más hacer uso de los dos enfoques: la intuición y la lógica.
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