Nuestro equilibrio emocional depende, en gran parte, de nuestra autoestima.
Por eso, una autoestima baja nos va a afectar de forma negativa en todos los aspectos de nuestra vida. Pero esto no lo es todo. ¿Sabías que una autoestima baja te convierte en tu propio enemigo?
La autoestima es algo que solo se encuentra en nuestras manos, pero que conscientemente dejamos en la de los demás.
La autoestima baja te paraliza
La autoestima es muy importante para nuestro bienestar. Tan importante es que muchas personas sufren de ella, y no podríamos haberlo dicho de forma más certera, ya que la autoestima baja causa un gran sufrimiento en la persona que lo padece.
La autoestima baja tiene un poder altamente paralizante. Si no tienes una alta autoestima no lidiarás con el día de forma positiva, sino todo lo contrario. Te costará levantarte de la cama, todo te afectará y te encontrarás más susceptible.
La frustración y el malestar pueden invadirte y derivar en un problema aún mayor como la depresión. Por eso, es importante intentar salir, identificar de dónde viene este problema de autoestima y solventarlo.
¿No sabes cómo hacerlo? ¿Hay un problema más profundo que no sabes identificar? Entonces es importante que pienses en acudir a un profesional de la psicología que te ayudará a profundizar en tu verdadero problema.
No permitas que tu autoestima baja te paralice, ¡te mereces ser feliz!
Las opiniones que nos afectan
Uno de los primeros problemas que causan la autoestima baja es el valor que le damos a las opiniones que, realmente, no dejan de ser solo esto. Lo peor de todo es que consideramos las opiniones como la realidad y esto da lugar a un sufrimiento inútil.
¿Por qué le damos tanta importancia a las opiniones? Porque nos han educado así, a buscar la aprobación ajena, a que siempre tengamos que recibir opiniones positivas porque las negativas nos indican que algo estamos haciendo mal.
Pero, ¿sabes qué? Esto no es así.
El problema más grave surge cuando nuestra opinión de nosotros mismos se ve afectada por la de los demás. Esto provoca que nuestra concepción sobre nosotros cambie y nuestra autoestima baje de forma irrefrenable.
Es por todo esto por lo que debes distanciarte un poco y ver las cosas con perspectiva.
No siempre estamos en lo correcto y nuestras emociones negativas pueden empañar la realidad. Piensa en si son o no ciertas las opiniones y si tu actuación o tus opiniones van en la dirección correcta. ¡Te sorprenderá lo que descubrirás!
Deja de ser tu propio enemigo
Como has podido comprobar, nos acabamos convirtiendo en nuestros propios enemigos. Asumimos todo eso que nos está afectando y, de repente, provocamos que nosotros mismos nos volvamos en nuestra contra.
¿Qué podemos hacer para dejar de ser nuestros propios enemigos? ¿Hay alguna forma de subir la autoestima? Aquí te dejamos algunos pequeños consejos que puedes ampliar, ¡esperamos tus aportaciones!:
- Ponte objetivos que sean realistas.
- Sé consciente de tus propias limitaciones.
- Aprecia tus cualidades.
- Trátate con cariño y sé positivo.
- Realízate críticas constructivas.
- Regálate tiempo.
- Intenta ser asertivo.
- Practica ejercicio físico.
- Nunca te compares con los demás.
Hay muchos más consejos que se pueden añadir, pero estos son algunos pequeños pasos que pueden suponer un punto de inflexión entre lo que eras y lo que serás. Confiar en uno mismo a veces no es fácil, pero ¡nunca es imposible!
Además, deberías compartir todo por lo que estás pasando con tu familia o tus amigos más cercanos. A veces, creemos que podemos con todo o que no debemos amargar a los demás con nuestros problemas.
Sin embargo, hablarlo, a veces, hace que la solución venga mucho más pronto.
¿Has sido alguna vez tu propio enemigo? ¿Cuáles han sido las razones por las que has sufrido una baja autoestima?
Es normal que a veces estemos “de bajón”, pero prolongar este estado no será nunca beneficioso para nosotros. Aprende a creer en ti mismo y nunca te conviertas en tu propio enemigo.
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