"La vida es insegura. El amor es inseguro. Existir es sentirse inseguro. Existir es estar en peligro constante. Sólo los muertos se sienten seguros porque ya no pueden morirse, ya no puede pasarles nada. Cuanto más vivo estés, más inseguro te sentirás. Por eso hay mucha gente que ha decidido no estar viva, porque esa especie de muerte le da seguridad y protección; es una coraza.
Mucha gente ha decidido no enfrentarse a la realidad porque la realidad es insegura. Yo no puedo cambiarla ni tú tampoco, es lo que es. La realidad es insegura; nadie sabe qué ocurrirá en el momento siguiente. Puede que yo esté aquí o puede que no; puede que tú estés aquí o puede que no. Puede que vuelvas a respirar o puede que no. La persona que ahora te ama, mañana puede haberse olvidado de ti. La vida es así.
Por eso nos creamos ilusiones y nos escondemos tras ellas, para no tener que afrontar la inseguridad de la vida. El matrimonio es una ilusión; sin embargo, el amor es una realidad. Pero también es inseguro. Nadie sabe si mañana seguirá estando ahí. Es como una brisa: llega cuando quiere y se va cuando quiere. No puede manipularse ni controlarse. No puede predecirse.
Pero la mente tiene mucho miedo: si tu mujer te dejara mañana, ¿qué pasaría?, ¿qué harías?, ¿cómo podrías vivir sin ella? Dependes tanto de tu mujer que no concibes la vida sin ella, y entonces tomas ciertas medidas: cierras las puertas y las ventanas, lo cierras todo con llave para evitar que se escape.
Eso es el matrimonio: una cerradura legal para impedir que el otro pueda irse sin dificultades. Puedes denunciarla y la policía la obligará a volver. Pero si le cierras todas las puertas y las ventanas, ella dejará de ser esa mujer que estaba bajo el cielo y las estrellas; ya no será la misma.
Un pájaro en libertad es totalmente distinto a un pájaro enjaulado. Un pájaro enjaulado es diferente, porque ya no tiene el cielo ni la libertad de los que disfrutaba antes. Está aprisionado, han matado su alma. Aunque parece que esté vivo, le han cortado las alas. Aparenta estar vivo, pero en realidad sólo vegeta. Sin libertad no hay vida".
OSHO, Confianza. Vivir espontáneamente y abiertos a la vida
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