Ir al contenido principal

No busques el amor de tu vida... ¡Siéntelo!

Querido amor de mi vida, hoy deje de buscarte, deje de esperarte, y te sugiero que hagas lo mismo. No volveré a buscarte, ¿para qué? Ahora sé seguro que no te encontraré, a ti no, porque tú eres el amor de mi vida.

Voy a dejar de esperarte, porque al fin he comprendido que tú no vendrás a buscarme, tú no… porque tú eres el amor de mi vida.

Sé cómo te llamas, y no respondes al nombre de media naranja. Pasé largos años buscándote bajo esa descripción, pero ya no… ahora sé que ese no eras tú.

Tú, amor mío, eres un ser tan completo que jamás me pedirás que te complete, que jamás exigirás que mi amor llene vacíos que sólo tú puedes llenar.

Tan completo que tienes un amplio pasado, que veneras, que respetas, que no escondes ante mí, porque te ha hecho ser quien eres, y es por ello que serás capaz de venerar y respetar el mío, que no escondo porque me ha convertido en lo que hoy soy.

Tan perfecto que no aceptarás que nadie te cambie, que me reconocerás porque te quiero así, como eres, sin querer cambiarte, de la misma manera que tú no querrás cambiar nada de mí.

Tan exitoso y brillante que jamás te sentirás inseguro ante mi propio brillo porque ya has comprendido que cuanto más brillo yo, más brillas tú.

Tan fuerte y seguro que no necesitarás de mi debilidad, ni de mi sumisión para tener la certeza de que continuaré a tu lado.

Me amarás tanto como para comprender que tus vulnerabilidades y las mías son solo un espacio sagrado para el otro, en el que entraremos de puntillas, a sanar.

También conozco tu voz, esa que nunca se eleva cuando te diriges a mí, porque sabes que el respeto, las buenas maneras, la búsqueda del entendimiento, son imprescindibles cuando se habla de amor.

Tú mi amor, no controlas mi vestuario, porque estás tan seguro de ti, tan seguro de mí, que te produce hasta risa pensar que porque el mundo pueda contemplar mi belleza voy a alejarme de ti.

Mi teléfono, mi vida social, mi familia, mis decisiones, son el espacio donde me desarrollo para hacerme aún más yo, con más matices, con más vivencias, lo sabes y no intervienes, ¿cómo podrías hacerlo si estás ocupado en tu propio espacio personal?

¿Cómo podríamos admirarnos, aprender el uno del otro, sorprendernos cada día si no tuviéramos un espacio propio? ¿de qué llenaríamos el espacio común?

Tú, no me dices te quiero, porque no respondo a ningún tipo de proyección, tú me dices TE VEO, TE SIENTO, porque eres perfectamente consciente que la unión que existe entre nosotros es una cuestión de vibración, que cuando ME VES, estás viendo mi alma desde tu propia alma, estás contemplando que entre nosotros sólo cabe el amor, que cuando ME SIENTES estás sintiendo el eco de tu propia vibración.

Por todo ello amor mío, sé que no andas buscándome, sé que andas completándote a ti mismo, viviendo, disfrutando, haciéndote cada vez más tú.

Por todo ello mi amor, he dejado de esperarte, ando ocupada viviendo, disfrutando, haciéndome cada vez más yo.

Me veo, y te veo, nos siento… tanto como para saber qué es imposible que no nos encontremos, que es imposible confundirnos, que no importa cuál sea tu apariencia, lo lejos o lo cerca que te encuentres, que estés solo o acompañado…

Te siento y me siento, nos veo…tanto como para saber que no importa bajo qué disfraz otros se acerquen a mí, bajo qué necesidad viva otras relaciones, cuántos aprendizajes más me queden por realizar antes de estar lo suficientemente completos… Porque cuando nos amemos y nos respetemos lo suficientemente a nosotros mismos, no existirá otra opción que hacer el camino de la mano.


¿Te gustó el artículo?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Reloj Biológico Chino; ¡No falla!

En la medicina tradicional china hay un tiempo para cada cosa, organizarse bien y saber que actividades hacer en cada momento del día es crucial para la salud. Nuestros cuerpos funcionan como relojes mecánicos, cada órgano y meridiano tiene un período de unas dos horas en que el qi (energía) está en el nivel máximo. En la medicina china el día se divide en 12 períodos de dos horas, son las llamadas “12 ramas terrestres” y reciben los nombres siguientes: zi, chou, yin, mao, chen, si, wu, wei, shen, you, xu y hai. Los 12 meridianos son los ríos a través de los cuales el qi recorre nuestro cuerpo llegando hasta cada uno de los órganos, éstos funcionan mejor cuando el flujo de energía que reciben es mayor. Por lo tanto el llevar a cabo cierta actividad en el momento adecuado asegura que los órganos y sistemas involucrados estarán en las mejores condiciones. Los trastornos en el flujo de energía derivan en problemas de salud. Este ciclo de 24 horas se cree que ayuda a saber

Las personas inteligentes no se enamoran tan fácil

El amor es algo que es muy difícil de explicar. Te propongo una reflexión muy interesante que te ayudará a ver las cosas acostumbradas desde otra perspectiva. ¿Por qué las personas inteligentes batallan para conocer a su media naranja?  1. Analizan los sentimientos, tanto propios como ajenos  Las personas inteligentes saben reunir información y sacar conclusiones. Y esta habilidad les juega una mala broma, pues son más propensos a «huir» de la relación en cuanto se presentan las primeras señales de problemas. ¿Malos entendidos, discusiones? No somos uno para el otro, adiós. 2. Necesitan más tiempo para abrirse  El cerebro no deja de trabajar jamás sacando a la superficie todos los detalles y motivos posibles del por qué todo puede salir mal. Como resultado, a las personas inteligentes se les hace difícil abrirse con los demás, saben y entienden que cualquier relación es un riesgo. Por eso muchas veces lucen frías y reservadas aunque en realidad, no es así. 3. Confían en s

Ser una persona feliz

Es el objetivo universal del corazón. Todas las personas anhelan lo mismo. Y la realidad es que, en muchos casos, tenemos posibilidades de conseguir esta meta haciendo sencillos cambios en nuestra vida. Es cierto que existen situaciones de mucho sufrimiento en donde es más difícil experimentar esta alegría interior. Sin embargo, por fortuna, la vida tiene muchos momentos bonitos y agradables.