Recuerda que la abundancia no tiene nada que ver con la acumulación de cosas. Al contrario, contamos con todo lo necesario para obtener la felicidad total y que somos capaces de gozar de todos y cada uno de los momentos de la vida.
Se trata de aceptar que no necesitamos más cosas y que en caso de echar de menos alguna la encontraremos si pensamos intensamente en ella. Debemos de ser conscientes de que la escasez es un conjunto de creencias y acciones que sobrevalora lo que nos falta y no lo que poseemos.
En este artículo sugerimos unas cuantas ideas que te pueden ayudar a superar la conciencia de escasez que predomina en tu vida.
1.- No estés en contra de nada
Hacer un esfuerzo para expresar en términos positivos todo lo que sientes y desecha los términos negativos en los que te hayas. Por ejemplo, intentar perder peso, luchar por conseguir esa imagen que se ha portado en tu mente. En vez de hacer un intento por dejar de fumar, lucha por conseguir ser una persona no dependiente del tabaco.
2.- Agradece lo que tienes y eres
Hazlo a pesar de no sentir del todo mucha satisfacción. El agradecimiento genera avidez de abundancia y hace que los pensamientos se concentren en ella. Agradece por todo lo que tienes y eres. El universo nos abastece abundantemente cuando nos encontramos en estado de agradecimiento. Cuanto menos necesitamos, más parece que conseguimos.
3.- Tómate un tiempo cada día para analizar cómo utilizas tu mente
Analiza cuánta energía mental malgastas pensando en lo que necesitas. ¿Cuánto tiempo te pasas soñando con tener mucho más o compadeciendote por cómo te van las cosas? Se totalmente honesto contigo mismo. Tal vez descubras que gran parte de tus horas las pasas haciendo precisamente eso. Si así fuera, esfuérzate por modificar tu conciencia un poquito cada día. Convierte tus pensamientos en lo que quieres que sean. Con el tiempo te habituarás a ello. Para efectuar este cambio en la conciencia primero tienes que averiguar qué proporción de tus pensamientos alimenta la obsesión que de hecho no quieres expandir.
4.- Comprométete a hacer lo que amas y amar lo que haces
Empieza hoy mismo. Si tu corazón te dicta la necesidad de un cambio de trabajo o de domicilio o de cualquier otra cosa, tarde o temprano acabarás por hacerlo. Es el único modo de ser sincero contigo mismo. Es prácticamente imposible que la abundancia sustituya a la escasez si tú no te sientes así. En cuanto comiences a hacer lo que amas y amar lo que haces, descubrirás que la vida te abre las puertas a posibilidades inimaginables. En caso de no sentirte preparado para afrontar dichos cambios, busca la parte positiva de lo que haces y agradece el poseer una mente, un cuerpo y un espíritu que te permite ser productivo. La abundancia fluye por sí sola cuando amamos lo que hacemos.
5.- Di más veces “Me lo merezco”
Cuándo pienses que ha llegado el momento de recibir una compensación de tu vida no dudes en decirte: me lo merezco. No es pecado alguno considerarte merecedor de algo. La abundancia es directamente proporcional a la buena opinión que tienes de ti mismo. Si tú crees que eres suficientemente importante para solicitar algo y suficientemente divino para recibirlo, serás objeto de esa regla expresa. Si por el contrario crees que eres indigno, será imposible que la abundancia llegue algún día formar parte de tu vida. Piensa en como un árbol desarrolla todo su magnífico potencial extendiendo sus ramas hacia el sol para crecer más saludablemente. Lo que el árbol hace es permitir que la fuerza de la vida penetre en su interior. Sus pensamientos poseen la fuerza que tú necesitas para ser tan natural como el árbol. Esto lo dijo una vez Lao-tse: “El ganso blanco no se baña para ser más blanco“. Tampoco tú tienes que hacer nada especial. Te basta con mostrarte tal como tú eres y reclamar lo que quieras para tí. ME LO MEREZCO
6.- Ofrece siempre más de lo que deseas
Cuándo sientas la tentación de dar menos a los demás, intenta darle la vuelta y ofrecerles más de lo que deseas en el fondo. Método muy eficaz, sobre todo cuando uno tiene tendencia a ser poco generoso con los que nos rodean, puesto que corta el mal de raíz y te convierte en un nuevo ser humano. Te sorprenderás al ver cómo tu vida vuelve a ponerse en funcionamiento, por no mencionar lo bien que se siente interiormente cuando sabes que eres portador de un nuevo amor hacia los demás. La verdad es que dar a los demás nos hace sentir muy bien. Con razón se dice: El último kilómetro nunca está demasiado concurrido.
7.- Convierte la positividad en parte de tu vida
Usa todas las técnicas que se te ocurran para atraer hacia ti la abundancia. Las paredes, EL frigorífico, el coche, el escritorio etc., constituyen grandes espacios que puedes llenar de afirmaciones positivas en forma escrita. Una afirmación positiva te ayuda a moldear tus pensamientos según tus necesidades, es decir te sitúa en perfecta armonía con tu mente. Tus pensamientos tienen que ser reafirmados con regularidad para que tú consigas verlos también en el mundo de la forma. La abundancia es un principio universal, el cual una gran mayoría de nosotros no experimentamos porque lo malinterpretamos. Tenemos entendido que consiste en poseer cosas para luego obtener más. Pero en realidad la abundancia significa la comprensión de que nuestra eternidad y nuestro universo son infinitos. Es una forma distinta de ver las cosas. A continuación contamos la historia del pequeño pez:
Perdone, dijo un pez a otro. Tú eres mucho mayor y experimentado que yo y seguramente puedes orientarme. ¿Sabrías decirme en dónde puedo encontrar eso que le llaman océano? Lo he estado buscando pero no he tenido suerte.
El océano, contestó el viejo pez, es donde usted está nadando en este preciso momento.
¡Pero, si esto solo es agua! Lo que yo busco es el océano, replicó el joven pez, bastante decepcionado.
Lo mismo nos ocurre a las personas. Nos hallamos sumergidos en la abundancia. No tenemos por que seguir buscándola. Por mucho que el pequeño pez se aleje del mayor nadando, nunca se saldrá del océano. Resulta tan abundante para él como para nosotros. Decide cómo quieres vivir cada uno de los días de tu vida.
Por el mero hecho de preguntar, la abundancia ya es tuya. No es solo para que la disfruten unos pocos afortunados. La abundancia forma parte de tu propia calidad humana. Está ahí para que sintonices con ella. Texto extraído de “La fuerza de creer” Wayne Dyer
Aquello en lo que tú tienes y pienses en este preciso momento ya se está expandiendo para ti. En último término, de ti depende la puesta en práctica de tus pensamientos para la abundancia.
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