Algunas personas se pasan la vida huyendo de la soledad. Sin embargo, la soledad es ese sentimiento que te acerca a quien eres. Sencillamente, porque todos nacemos y morimos solos y porque además, en la soledad podemos experimentar la paradoja de la compañía. Cuando te sientes bien contigo, todo fluye. Y porque además, el aburrimiento tampoco es un sentimiento incómodo sino un ingrediente que puede enseñarte muchas cosas positivas de ti mismo.
Recomendaciones para dejar de tener miedo a la soledad
En este artículo te damos ideas para empezar a amar la soledad a partir de ahora.
1. Eres libre
La soledad te recuerda la virtud de la libertad para tomar decisiones sin tener que dar explicaciones a nadie más que a tu conciencia. Por tanto, disfruta de esos periodos de soledad para hacer actividades que te motivan. Incluso, un viaje. Deja de creer que un viaje es más divertido por el simple hecho de hacerlo en compañía, el foco es totalmente distinto.
2. La soledad te acompaña
No puedes huir de la soledad por la sencilla razón de que en cierto modo te acompaña allí donde vas. Es decir, la soledad es connatural al ser humano porque nadie más que tú mismo puede acompañarte durante las veinticuatro horas del día. Ni siquiera tu pareja puede estar a tu lado en todo momento.
3. Refugio del silencio
El silencio es una experiencia muy agradable y relajante. De hecho, el silencio también es una vivencia que nos permite descansar física y mentalmente del ruido constante. Por tanto, gracias a este silencio desconectas de todo aquello que ocurre a tu alrededor y conectas con la verdad de la vida.
4. Poner tus ideas en orden
Si te dejas atrapar por la corriente de la ocupación constante corres el riesgo de dar la espalda a tus pensamientos y sentimientos. Es decir, el silencio es esa experiencia que te permite poner tus ideas en orden, aclarar sentimientos contradictorios y potenciar la gratitud existencial.
5. Valorar más la compañía
Es decir, apreciamos más los momentos de compañía gracias a los instantes de soledad pero también ocurre a la inversa. Es decir, gracias a esos momentos de desconexión social luego te reencuentras con más ilusión con los demás. La vida es un constante equilibrio de soledad y compañía.
6. Habrá momentos de soledad
Por ejemplo, un cambio de ciudad cuando tienes que integrarte a una nueva rutina y no conoces a nadie en tu nuevo destino. O también, una etapa en la que has perdido el contacto con tus amigos de siempre y estás en proceso de hacer nuevas amistades. Un divorcio también es una experiencia de soledad.
7. Compañía de la naturaleza
A través de la soledad, también descubres que la compañía puede proceder de otras fuentes. No solo de otras personas, también de la naturaleza. Por ejemplo, cuando te sientes abrazado por la belleza del universo y tú sientes que formas parte de este todo perfecto por alguna razón misteriosa.
8. Cosas que se hacen mejor en soledad
El elogio de la compañía nos hace perder de vista que hay placeres que se disfrutan mejor en soledad, por ejemplo, leer un libro, escribir un diario o dormir la siesta.
9. Cuando temes la soledad te obsesionas con ella
Es decir, el mejor modo de superar el miedo a la soledad no es evitar cualquier vivencia solitaria sino que es fundamental asumir con naturalidad este sentimiento de fragilidad.
10. La soledad no es negativa
Este es el principal motivo para dejar de temerla. De hecho, en muchos momentos es nutritiva. Es decir, te permite conocerte mejor a ti mismo.
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