Aquellos individuos que son socialmente inteligentes saben lo que quieren y cómo comportarse con los que les rodean para que el entendimiento y la relación sea lo más cordial posible.
La verdadera inteligencia social proviene de la confianza y la compresión que tienes de ti mismo, a un punto en el que puedes interactuar con los demás de manera madura.
Hay ciertas cosas que las personas socialmente inteligentes hacen tan bien que se destacan a millas de distancia de las que tienen molestos hábitos que la mayoría de las veces la sociedad no tolera.
A continuación te explicaremos los rasgos más característicos de estas personas. Verás que son muy fáciles de aplicar en la vida diaria.
Nunca interrumpen
Las personas socialmente inteligentes suelen ser excelentes compañeros de conversación. Ellos no sienten la necesidad de tener que hablar antes que otra persona ni interrumpir. Simplemente están cómodos con esperar con tranquilidad su turno para intervenir. No tienen la ansiedad de imponer por la fuerza su punto de vista porque están seguros de lo que tienen para decir. Saben que no es necesario exponer su opinión antes que los demás para que tenga valor.
No se enfocan siempre en sí mismos
Las personas socialmente inteligentes saben que son importantes y trabajan para mejorar y avanzar. Ellos saben que sus relaciones interpersonales requieren de su atención y tiempo. Por eso, definen hábitos y costumbres con sus amigos, pareja y familia, pero también con ellos mismos. Tienen la capacidad de entender que no son el centro del mundo sin dejar de sentirse importantes. Son la clase de personas que estarán a tu lado cuando necesites su apoyo, pero que saben decir “no” cuando es necesario.
No juzgan a los demás para demostrar que tienen razón
Una buena señal de madurez emocional e intelectual es entender las diferencias que puedes tener con los demás. Cuando juzgas a otras personas con el fin de imponer tus ideas u opiniones personales sobre algo, solo logras que la gente evite compartir lo que piensan contigo. Lo ideal es que seas una persona más abierta y receptiva sin necesidad de tener la misma opinión que los demás.
No buscan cambiar la opinión de los demás
Esta es una gran habilidad de las personas socialmente inteligentes. Los sentimientos de los demás son eso, sentimientos. Por esta razón es importante que te dirijas a ellos con respeto y paciencia. Cuando comprendes de manera madura la opinión de los demás y puedes exponer tus opiniones con respeto, las situaciones se tornan más saludables, productivas y pacíficas. No necesitas hacer que los demás se sientan inferiores para hacer ver que tus opiniones también son importantes.
Son calmados y saben utilizar su voz
Ser asertivos es realmente la mejor manera de lidiar con los problemas que debas afrontar en la vida. La ira y la agresión pasiva disfrazada de asertividad suelen traer más problemas que soluciones. Las personas socialmente inteligentes tienen la seguridad para decir lo que quieren. Saben que escuchar y participar en una conversación con confianza y un propósito es la manera correcta de relacionarse con los que les rodean.
Son menos críticos
Muchas personas que se autodenominan “antisociales”, tienden a criticar constantemente a los de su alrededor, e inclusive a sí mismos. Las personas socialmente inteligentes suelen aceptar que todos, sin importar lo que aparenten en el exterior, tienen muchas cualidades tanto positivas como negativas para ofrecer. Las personas que saben relacionarse con los demás sacan el mejor provecho tanto de sus conductas como de las de los demás. Esto se debe a que tienen un grado mayor de confianza en sí mismos y buscan aprovechar cada situación que se les presenta.
No analizan demasiado cómo interactúan con los demás
Pensar demasiado en cómo son tus relaciones impide que las disfrutes. Por esto es tan importante que evites predisponerte a cómo serán tus interacciones con las demás personas. También debes evitar analizar demasiado cada interacción luego de que termina. De cierto modo, puedes volver esta costumbre a tu favor si, en lugar de enfocarte en todas los posibles malos resultados, encaras tus interacciones con una actitud positiva. Incluso cuando se trata de relaciones donde las cosas no han salido del todo bien. Podrías sorprenderte.
Tienen un buen lenguaje corporal
Cuando te encuentras en alguna relación social, la posición en la que está tu cuerpo envía un mensaje a las demás personas. Las personas socialmente inteligentes se aseguran de que el mensaje que su cuerpo envía sea positivo. Cuando haces contacto visual con los demás y sonríes, demuestras a los demás que eres amable, abierto y para nada intimidante. Si, además de esto te paras derecho, los demás notarán que eres una persona segura.
Inician las interacciones en lugar de esperar
Esperar a que los demás hagan contacto contigo y te inviten a actividades es perder tu tiempo. Las personas socialmente inteligentes saben que las relaciones sociales se basan en un esfuerzo mutuo. Si quieres demostrar a los que te rodean que te importan, debes tomar la iniciativa y poner de tu parte para iniciar la interacción. Esto puedes hacerlo simplemente si:
- Mantienes el contacto mediante llamadas o textos.
- Visitas a tus amigos.
- Organizas alguna reunión.
Aunque algunas personas nacen con una inteligencia social más desarrollada, cualquiera de nosotros puede perfeccionarla si presta la atención necesaria.
Al final, solo se trata de poner en práctica estos simples hábitos. |
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