El lugar o sector de la vida del nativo en el que dicha
energía, luz o sombra, va a concretarse y manifestarse en acontecimientos y
rasgos de destino importantes. Es lo que se llama determinar el “estado
terrestre” de los planetas. Ello se realiza mediante el estudio de la relación
planeta/Casa terrestre en donde actúa. Para ello, y de acuerdo a las
coordenadas geográficas del lugar de nacimiento, toda Carta Natal se divide en
doce sectores o Casas, a partir del Ascendente (que es el lugar donde empieza
el sector o Casa 1), y que son numerados correlativamente desde el 1 al 12.
En dichos sectores, también llamados Casas terrestres o
Casas mundanas, se clasifican todas las posibles actividades o acontecimientos
de la vida y también los rasgos peculiares del individuo. Como ya se ha citado,
las Casas tratan temas tan importantes y diferentes como, por ejemplo, la salud
y vitalidad física, los ingresos económicos, los romances y aventuras amorosas,
la vida matrimonial, las posibilidades de tener hijos, el mundo de los amigos,
los viajes, los estudios, el tipo de trabajo o relación laboral que el nativo
va a tener, etc. Puesto que la Carta
Natal es una fotografía “fija” de los planetas, éstos en el momento del
nacimiento estarán situados en tal o cual casa, y por ello, nos indicarán, a
través de su posición terrestre, los sectores de la vida en donde van a
proyectar su energía, su luz o su sombra antes mencionados.
Indudablemente, al igual que ocurría antes al estudiar el
estado celeste de los planetas, hay Casas terrestres que son armónicas y muy
favorables al desarrollo de la energía de un determinado planeta, otras Casas
son más insípidas o neutras y no actúan ni a favor ni en contra, y por último
hay Casas que son muy diferentes y antagónicas al desarrollo de las
posibilidades que pueda traer consigo el planeta actuante.
Solo tras valorar paso a paso todo lo anteriormente citado,
el Astrólogo puede emitir una valoración objetiva de las posibilidades que
ofrece un mapa natal, debiendo de realizar finalmente la síntesis de todas las
tendencias inicialmente apuntadas, es decir, aunar todos los puntos
individualmente estudiados y sacar las conclusiones definitivas. El Arte de la
interpretación astrológica empieza aquí en este punto, pues realmente la misión
del astrólogo es la de aconsejar certeramente al nativo acerca de los rasgos
más marcados que aparecen en la Carta Natal.
Una buena síntesis deberá estar formada por un resumen, por
un esquema o por un gráfico fácil de entender, de los rasgos psicológicos más
importantes del nativo, tanto sus cualidades y aptitudes innatas como también
sus defectos más enraizados. El mismo esquema o resumen deberá de hacerse
también de aquellas tendencias astrológicas que se señalan como más notorias en
la Carta, y que nos dirán las diferentes situaciones, experiencias y campos por
donde el nativo deberá de experimentar, trabajar y aprender en la vida. El
lenguaje deberá de ser claro y fácilmente entendible, pues es vicio de muchos
astrólogos el perderse en tecnicismos y palabras de difícil comprensión.
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